Tal vez no le guste a todo el mundo, pero lo que estoy a punto de decir sobre Tailandia choca con las habituales historias o diarios de viaje que se suelen leer cuando se regresa de un viaje, sí, como todos los países, Tailandia tiene sus límites y uno muy obvio es que a favor del turismo se explotan el medio ambiente y especialmente algunas especies animales.
Qué noticias, dirás. No es una noticia, es verdad, pero es un hecho.
Dos semanas en Tailandia por primera vez en su vida casi siempre coincide con la etapa más turística que esta hermosa tierra tiene para ofrecer. Y yo, aunque con los ojos de un turista, he visto a muchos en estas zonas.
Especialmente elefantes encadenados en medio de la carretera , con el tráfico de ciclomotores y tuk tuk causando traumas para no reírse. Animales aterrorizados por los flashes de las cámaras y continuamente llenos de comida que, el divertido turista, compra por unos pocos baht en el puesto que acecha deliberadamente en las cercanías.
En Tailandia he visto perros callejeros en malas condiciones vagando por las sucias calles de las ciudades llenas de gente.
Vi al hombre proponer excursiones a lomos de un elefante con una espectacular ruptura acrobática y me negué categóricamente a participar.
Me doy cuenta de que es una elección personal si se adhiere o no a estas formas de explotación, pero yendo más allá de la crítica me gustaría aportar mi experiencia y tal vez dar la oportunidad de conocer un lugar menos turístico y genuino donde es posible destacar una parte de Tailandia muy diferente de lo que hemos visto hasta ahora .
En las afueras de Chiang Rai, en medio de la selva, hay un parque donde los elefantes y los perros viven en total armonía y libertad . Este es el Elephant Nature Park y ya había oído hablar de él antes de irme.
El parque fue fundado por Sangduen Chailer en 1990 y tiene como objetivo acomodar a los animales en peligro. En el caso de los elefantes, los explotados por el turismo o heridos. Una especie de hospital donde la rehabilitación de los animales está a la orden del día.
En cuanto a los perros, que son más de 300, se dejan libres en toda la zona y los un poco más «salvajes» llevan un collar rojo que indica a los visitantes que no los toquen.
¿Qué puedes hacer en el parque?
- Observen a los elefantes moviéndose en manadas en medio de hectáreas de vegetación densa.
- Alimenta a los elefantes.
- Averigua más sobre sus historias: en todo el parque hay tarjetas con información sobre cada paquidermo; el nombre, el año de nacimiento, el estado de salud y por qué están allí.
- Bañar a los elefantes en el río que corre a lo largo de la estructura.
- Hacer una pasantía en el parque contribuyendo a su sustento y ayudando a los animales. Se alojan en bungalows situados dentro del propio parque.
- Conoce al fundador del parque
Lo que no harás en el parque
- No vas a ver un espectáculo turístico que ridiculiza a los animales.
- No puedes tocar los cachorros de paquidermo.
- No te vas a subir a la espalda de un elefante.
- No verás animales explotados y ridiculizados para complacer al hombre.
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